OSLO .- Los líderes musulmanes en Noruega manifestaron preocupación de que la ideología antiislámica de Anders Behring Breivik, el fanático de ultraderecha juzgado por matar a 77 personas, pase a un segundo plano por los interrogantes sobre su salud mental. El confeso miliciano antimusulmán conmovió a Noruega el 22 de julio con una bomba y un ataque sistemático a tiros que tuvieron como blanco la sede del gobierno y el campamento juvenil del Partido Laborista. Desde que admitió los ataques, la cuestión principal del juicio es determinar si la salud mental de Breivik admite que sea responsable de los hechos.
"No soy siquiatra, pero lo que es importante es lo que ha hecho. Eso debería ser el foco de atención, y no lo loco que esté", comentó Mehtab Afsar, director del Consejo Islámico en Noruega, una organización que nuclea grupos musulmanes en la nación.
"Quiere deshacerse de los musulmanes y el islam de Europa. Ese es su mensaje principal. Por eso no veo la razón de gastar tantas energías en determinar si es normal o no", dijo Afsar a The Associated Press.
Breivik dijo al tribunal que sus víctimas traicionaron a Noruega al abrir el país a la inmigración. Instó a una revolución "patriótica" para deportar a los musulmanes de Europa.
En un manifiesto de 1,500 páginas que cargó en línea antes de los ataques, Breivik citó frecuentemente blogueros antiislámicos según los cuales los musulmanes están colonizando Europa gradualmente. Pero hasta ahora, gran parte del juicio ha versado sobre su salud mental y no sobre su ideología.
Algunos musulmanes cuestionan la validez de sicoanalizar a Breivik por considerar que es comparable con los terroristas islámicos. "Nadie se preguntó sobre la salud mental de Osama bin
Laden", argumentó Usman Rana, médico y columnista, después de las oraciones del viernes en una de las mayores mezquitas de Oslo, la Misión Islámica Mundial de inspiración sufí.
La mezquita, con exquisitas decoraciones con azulejos bicolores y caligrafía árabe, está abierta a todos, y se permitió la entrada de un reportero siempre que se quitara los zapatos antes.
Rana, que saludaba a sus amistades en urdu y en un dialecto noruego, agregó: "Creo que (Breivik) no está loco. Quienes dicen que está loco no saben nada de terrorismo".
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