CLEVELAND.-Hace cinco años, un balazo le dejó un enorme agujero a la mitad del rostro, y hace cinco meses recibió una nueva cara de una mujer que había muerto.Connie Culp mostró el martes los resultados del primer trasplante de cara en el país, y su nuevo aspecto está muy lejos del rostro hundido y sin nariz que hacía que los niños huyeran espantados.Las expresiones de Culp aún son un poco rígidas, pero de nuevo puede hablar, sonreír, oler y saborear sus alimentos. En ocasiones cuesta trabajo entender sus palabras, su rostro está hinchado y con ciertos rasgos cuadrados, y su piel cae en grandes pliegues que los médicos esperan disminuir a medida que mejore su circulación y crezcan los nervios, animando sus nuevos músculos. Pero Culp sólo tuvo elogios para los que hicieron posible su nuevo rostro."Supongo que soy a quien vinieron a ver hoy'', dijo la mujer de Ohio de 46 años en una conferencia de prensa en la Clínica Cleveland, donde se efectuó la operación de vanguardia. Pero ‘‘creo que es más importante que concentren su atención en la familia que hizo la donación, de forma que yo pudiera tener la cara de esta persona''.Hasta el martes, la identidad de Culp y la razón de que su rostro haya quedado desfigurado eran un secreto.El esposo de Culp, Thomas, le disparó en el 2004 y luego se disparó él, para posteriormente ser condenado a siete años de prisión. Su esposa quedó gravemente herida debido a que la detonación le destruyó la nariz, las mejillas, la parte superior de la boca y un ojo. Cientos de fragmentos de perdigones de escopeta y astillas de hueso se le incrustaron en la cara, necesitó un tubo en la tráquea para poder respirar y sólo le quedaron los párpados superiores, la frente, el labio inferior y el mentón.Dos meses después, un cirujano plástico en la Clínica Cleveland, el doctor Risal Djohan, examinó sus lesiones. "Me dijo que no creía poder corregirlas, pero no estaba seguro de ello y lo intentaría'', recordó Culp.Soportó 30 operaciones para intentar repararle el rostro. Los médicos tomaron partes de sus costillas para hacerle pómulos, armaron una mandíbula superior a partir de uno de los huesos de su pierna y recibió incontables trasplantes de piel tomada de sus pantorrillas. Sin embargo, aún no podía comer alimentos sólidos, respirar por sí misma ni oler.Entonces, el 10 de diciembre, en una operación de 22 horas, la doctora Maria Siemionow encabezó a un equipo de médicos que reemplazaron el 80 por ciento de la cara de Culp con huesos, músculos, nervios, piel y vasos sanguíneos de otra mujer que acababa de morir. Fue el cuarto trasplante de rostro en el mundo, aunque los otros no fueron tan amplios."Aquí estoy, cinco años después. Hizo lo que dijo... tengo mi nariz'', dijo Culp sobre Djohan, riendo.No se ha dado a conocer información sobre la donadora o la forma en que murió, pero sus familiares se conmovieron cuando vieron las fotografías de Culp con el rostro desfigurado y el que tiene ahora, dijo Siemionow.
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